Los sueños de Quevedo: Las zahúrdas de Plutón. Primera parte

Resumen

Las zahúrdas de Plutón, tercera parte de Los Sueños de Francisco de Quevedo: En esta tercera entrega, Quevedo relata su descenso al infierno, iniciando con un irónico prólogo al oyente, a quien reprende por su hipocresía y desinterés. El autor aclara que su intención no es insultar personas, sino denunciar los vicios. Al llegar a un paraje tranquilo, observa dos caminos: uno angosto, difícil y casi desierto —el de la virtud— por donde pocos transitan y lo hacen con sufrimiento, pero siempre mirando hacia adelante. El otro, amplio y lleno de gente alegre, coches, fiestas y placeres —el camino del vicio— está repleto de hipocresía, falsedad y apariencias. En este camino, los hombres siguen al dinero y las mujeres, y viceversa, mientras los poderosos, los letrados, los jueces y los doctores avanzan en procesión. Incluso hay hipócritas que aparentan penitencia, pero también van rumbo al castigo eterno. Nadie cree estar en el infierno, hasta que ya es tarde. El autor concluye que muchos viven sin darse cuenta de que están condenados, atrapados por las apariencias, el egoísmo y la corrupción. Quevedo desenmascara así, con mordaz lucidez, los engaños del mundo y el destino trágico de quienes viven sin virtud ni conciencia.