Cincuenta años del cine sonoro en México. Segunda parte

Resumen

Segunda parte dedicada a la historia del cine sonoro en México. En la década de los treinta, sobresalió Fernando de Fuentes, creador de El compadre Mendoza y Vámonos con Pancho Villa, esta última en colaboración con Rafael F. Muñoz, autor y actor en la película, Xavier Villaurrutia y música de Silvestre Revueltas, después filmó El fantasma del convento y Allá en el rancho grande, película que consolidó la industria del cine mexicano. En los años 40, con la película Flor Silvestre, inició la colaboración del Indio Fernández y Gabriel Figueroa, único autor de cine que ha nacido en México. Cantinflas se encumbra con la figura del cómico que comienza con Ahí está el detalle. La ciudad se convierte en el escenario del cine, como Distinto amanecer, de Julio Bracho, el cine de cabaret de los 40 que culmina en Aventurera. Campeón sin Corona fue la primera película de Alejandro Galindo, continuó con Esquina bajan y Hay lugar para dos. Nosotros los pobres, de 1947 de Ismael Rodríguez. La década de los 50 se inicia con Los Olvidados, de Luis Buñuel. En 1953 Benito Alazraki dirigió Raíces, apoyado por Miguel Barbachano Ponce, quien produjo después Torero. A finales de los 50 la explosión adolescente es el tema del cine, Luis Alcoriza realiza Los jóvenes y Tiburoneros. Mala situación del cine en la década de los 60, que hace que un grupo de escritores y cineastas lanzaron un manifiesto para recuperar la calidad de la industria, la firmaron entre otros José de la Colina, Salvador Elizondo, Carlos Monsiváis y Emilio García Riera. De esto surgió la revista Nuevo cine y la cinta En el balcón vació. A finales de 1964 se realizó el Primer Concurso de Cine Experimental de Largometraje, de la cual resultó ganadora La fórmula secreta de Rubén Gámez. En 1970 el cine siguió criterios mercantiles. Directores jóvenes presionaron Rodolfo Echeverría como jefe de ramo cinematográfico, el estado produjo 16 películas, entre estas Mecánica popular y El castillo de la pureza, de Arturo Rimpstein. En 1975 el Banco Nacional Cinematográfico impulsó la creación de Conacine, Conacite 1 y Conacite 2. Se produjeron las películas Canoa, de Felipe Casals y La pasión según Berenice, de Jaime Humberto Hermosillo, con esto, el cine independiente incrementa sus posibilidades, un ejemplo es México Insurgente de Paul Leduc. Se hace una reseña de cada una de las películas mencionadas.