Document
Área de identificación
Serie
Clave de serie
I129ENL.a.
Distinción, reconocimiento
Proyecto
Derechos
Reservados
Licencia de uso
CC BY-NC-ND 4.0
Clave de inventario
I129ENL.a.0034
Nombre del programa
Rafael Solana
Número de programa
0034
Producción general y/o coproducción
Área de contenido
Género radiofónico
Resumen
Rafael Solana, en charla con Héctor Azar, comenta que fue poeta a los 18, cuentista a los 28, novelista a los 38, ensayista a los 48 y el periodismo fue la primera y la más constante de todas sus ocupaciones literarias, porque su padre fue periodista, fundador de El Universal, y excelente cronista. Sobre el redondel (60 años de vida) platica de Abraham Vitar, gran amigo de su padre, pero con (Alfonso de) Icaza no fue siempre amigo, no coincidían con la política taurina. Los cronistas de toros, Manuel Horta, Xavier Sorondo, Carlos Quiroz “Monosabio”, Juanito Pellicer. En 1941 el profesor Julio Torri (de literatura en la secundaria de Azar), decía que los mejores poetas eran Efraín Huerta, Octavio Paz, Alberto Quintero Álvarez y Rafael Solana. Los tres coincidieron en la revista Taller. (Taller poético, con Miguel N. Lira). Comenta sobre una anécdota de la revista, cuando descubrió a Andrés Henestrosa y José Revueltas, este último fue su compañero de secundaria, toreaba con el nombre de Maximiliano (su verdadero nombre). Sobre los españoles que publicaron en la revista Taller, cuando estaba a cargo de Octavio Paz, y de sus amigos refugiados. En 1934 empezó su actividad literaria, en las revistas de Neftalí Beltrán, poeta, Edmundo Báez, dramaturgo. Sobre Nandino, que es de Los Contemporáneos, y solo Xavier Villaurrutia lo aceptaba. Decían que era un médico con coquetería en la poesía. Su relación con Jaime Torres Bodet, lo veía como jefe y con devoción, platica cómo lo conoció y sobre el libro Tres ensayos de amistad lírica para Garcilaso, en donde colaboró Bodet. Opina sobre el valor de la revista Taller, que fueron muy respetuosos. Xavier Villaurrutia y Carlos Pellicer eran muy agradables. Platica cómo pasó del verso a la prosa. Le gustan sus libros Musas latinas, editado por el Fondo de Cultura Económica, la novela El sol de octubre, salió al tiempo de Casi el paraíso, de José Revueltas y La región más transparente, de Carlos Fuentes. Su novela más reciente es Real de 14, que no tiene personajes humanos, el personaje es el lugar, se iba a llamar Marfil, pero la editorial Grijalbo consideró mejor cambiar el nombre. Abunda sobre “Los Leyendas”, Leyendo a Loti, Quiroz y Maugham. Escribe de 6 a 8 de la mañana, puede hacerlo porque está muy tranquilo y tiene la disciplina y velocidad del periodismo y las crónicas taurinas. También escribe sobre música. El hogar. Sobre el festejo de su celebración de mayoría de edad, que fue en El Toreo, iba a matar un becerro, acompañado por Xavier Villaurrutia, Carlos Pellicer y Efraín Huerta; Octavio Novaro, Roberto Montenegro y Juan Pellicer fueron su cuadrilla. Cuenta una anécdota con Mariano Azuela (hijo), que cuando al otro día del festejo pasó lista a sus alumnos, respondían ¡Olé!. Rodolfo Gaona era su amigo del mundo del toreo junto con Pepe Ortiz, Silverio Pérez, Armillita, Lorenzo Garza, entre otros. Cuenta sobre la corrida que inauguró La Plaza México, con Manolette, Luis Castro “El soldado”, que también fue en El Toreo, relata una anécdota de una pelea de una persona con Manolette. Platica sobre el teatro, cuando dirigía la agencia de publicidad de Álvarez Gálvez y Fuentes, traducía y adaptaba obras, se dio cuenta que era mejor escribir sus propias obras. Tiene 28 obras de teatro. Opina que debería haber “obispas”, serían de gran éxito. Le gusta Pudo haber sucedido en Verona, y otras que han traducido al alemán. Una anécdota de cuando se encontró a Sara del Río, esposa de Fernando Soler (iba a la inauguración del teatro), y a la cual conoció cuando era niño y ella iba a su casa. Estuvo en una compañía con Villaurrutia y Mauricio Magdaleno. Platica de Roberto Soto, Barreiro, Palillo, que se les perseguía por hacer chistes políticos y del gran ingenio de los cómicos de esa época. Recuerdan algunas obras muy buenas (Tapadeus 1 y Tapadeus 2), de Calles y Obregón que se escondían en el teatro para ir a ver a Soto. Azar cuenta una anécdota de cuando Soto le pidió prestado Bellas Artes y surge Rayando el Sol, la primera gran puesta en escena. (La obra Upa Yapa). Las presentaciones de compañías internacionales en México, como El Bataclán; en un cuadro llamado Las crinolinas salían mujeres desnudas, hubo la versión mexicana que se llamó El Rataplán, con chicas más bajitas y más morenitas, con La Conesa, Lupe Vélez, Celia Montalbán. Sobre la ópera, conoció a los grandes tenores del siglo: Caruso (lo vio en una presentación en El Toreo), Gigli Di Stefano, Plácido Domingo (ha cantado en su casa), Fernando de La Mora, el próximo gran tenor. Gilda Cruz Romo, Rosario Andrade. Comparte una anécdota de Pávlova cuando bailó en El Iris la muerte del cisne y Pablo Casals la acompañó con el chelo. Como periodista, tiene una característica, “que llega y se queda”, escribe en El Universal, El Día, la revista Siempre, en donde trabaja desde el primer número, les es fiel. Escribe a máquina. Se duerme temprano y a su edad duerme poco. Cada hora del día tiene sus propias luces y sus propias emociones. La palabra más terrible para él es “Tercera llamada” cuando se va a estrenar una comedia.
Temas/Palabras clave
Literatura mexicana. Escritor. Periodista. Crónica taurina
Idioma
Español
Fecha de transmisión
00/00/1987
Fecha de producción
00/00/1987
Fecha de codificación
16/08/2005
Observaciones
Este programa está contenido en los carretes 67, 68. Hacia el final del programa hace Azar comentarios sobre las mujeres en el teatro refiriéndose a ellas como Salchichería, Carnes fría y jamones suculentos. Claves de digitalización: FN21060097873, FN21060097874. Datos biográficos: Rafael Solana, dramaturgo (7 de agosto de 1915 - 6 de septiembre de 1992), quien destacó como escritor, periodista, crítico teatral y taurino, escribió no sólo por amor al hecho mismo de escribir, como impulso irrefrenable, sino sobre todo por inclinación a la propia existencia y todo lo que ello implica. Su literatura buscó explorar todas las posibilidades de la existencia humana, igualmente se interesaba por lo social, lo moral y lo filosófico. Rafael Solana narrador, acometió en la novela como en el cuento, en la poesía, en el teatro, en el periodismo y en el ensayo. También desempeño cargos públicos como secretario particular del escritor Jaime Torres Bodet, cuando éste fue titular de la cartera de Educación Pública, durante el gobierno del presidente Adolfo López Mateos, 1958-1964. Entre sus novelas destacan La casa de la Santísima, 1960, que conoció su versión en teatro y describe un recoveco más del centro de la Ciudad de México de los treintas, en torno a la vida de un burdel nocturno y costurero diurno, Real de catorce, 1979, ésta es una composición a manera de travelling cinematográfico. También aportó algunos guiones que constituyen una magnífica pintura poética de la fisonomía del poblado colonial minero de San Luis Potosí. Su gusto por la fiesta taurina cautivo a sus lectores con la tradicional columna La crónica taurina, todas estas actividades relacionadas a su profesión como periodista que marcó un hito en el periodismo mexicano por su estilo tan particular.