Document
Área de identificación
Serie
Clave de serie
I129ENL.a.
Distinción, reconocimiento
Proyecto
Derechos
Reservados
Licencia de uso
CC BY-NC-ND 4.0
Clave de inventario
I129ENL.a.0029
Nombre del programa
Luis Ortiz Macedo
Número de programa
0029
Producción general y/o coproducción
Área de contenido
Género radiofónico
Resumen
Charla con Luis Ortiz Macedo, proyectista, restaurador y conservador. Platica sobre la declaración del Centro Histórico de la Ciudad de México como patrimonio de la humanidad. Los dos conceptos urbano de Centro Histórico: el Tenochca y el hispano. El área que en 1980 se denomina Centro Histórico de la Ciudad de México, la traza de Alonso de García Bravo, que por encargo de Cortés realiza en 1521, en donde estuvo Tenochtitlan. Cómo fue la gestión para convertirlo en Patrimonio de la humanidad, reconocido por la UNESCO. La lucha contra ideas de planificación sobre zonas arqueológicas y daños sobre lugares históricos. Comenta sobre los criterios para determinar que un monumento es Patrimonio de la humanidad, en especial en México. Asevera que somos herederos de tres imperios. Se presentó una lista de 27 lugares a la UNESCO, a la Comisión Nacional de las Naciones Unidas para la UNESCO, participaron la SEDUE, el INAH, los interesados de estados, SEP y SER. Al final quedaron seis lugares: el Centro histórico de México y Xochimilco, Tenochtitlan, la Ciudad de Puebla, el Centro histórico de Oaxaca y zona arqueológica de Monte Albán, la ciudad prehispánica y parque nacional de Palenque y Xel Há. Platica sobre el centro histórico, que fue creciendo y se construyeron grandes edificios, a lo largo del tiempo decayó y dejó de ser un sitio de interés, cambió el uso de la zona, se usaba para bodegas y comercio. Dice que lo más triste que puede pasar a una zona es que quienes vivían ahí se vayan. Habla de la salvaguarda de áreas monumentales y del rencor histórico, la revancha, el deslumbramiento de la arquitectura funcionalista. La mayor parte de los edificios históricos ya no se usan para lo que fueron creados, entonces fue necesario darles otro uso, en vez de destruir, se conservan. Charla sobre su interés por la arquitectura, desde muy chico. Su familia es de abogados, su mamá era cantante y pintora. Él es el primero en estudiar arquitectura; cuando estudiaba estaban a favor de destruir para construir nuevos edificios, refiere al maestro Ramón Marcos, que odiaba los edificios viejos. Él luchaba contra eso por su admiración por las construcciones antiguas. Con los maestros Vladimir Caspe, Ricardo Robina, del Moral, Juan de la Encina (quien impartió un seminario de historia de la arquitectura en su casa), coincidió con su postura por conservar. También estudió filosofía y letras. Fue a estudiar a Francia en 1960 los Cursos superiores de monumentos históricos, que era para arquitectos que se encargarían de la salvaguarda de monumentos, pero que se dedicaran a la arquitectura contemporánea. Es proyectista y restaurador, convencido de conservar y reciclaje hacia un nuevo concepto de vida. Refiere a (Giovanni Battista) Piranesi, quien considera las ruinas como su vida. Platica sobre el proyecto en el que está trabajando en Tenango, cerca de Cuautla, que Joaquín García lcazbalceta llamó la Siberia de Cuautla, el Valle de Amilpas, una extensión plana que era el ingenio azucarero más importante. Lcazbalceta lo construyó a partir de los proyectos de unos cubanos especializados en industria azucarera, anexo a una iglesia jesuita, en 1913 se quemaron. Adquirieron la propiedad junto con unos amigos, rescataron el Chacuaco o chimenea, la van convirtiendo en ruina jardinada. Sobre la función y destino real del centro histórico, comenta sobre lo positivo de los sismos de 1985 para los edificios, algunos que desaparecieron y descongestionaron la zona, la acumulación de actividades de la manufactura de la zona aledaña a Pino Suárez ha disminuido. Desaparecieron vestigios de barrios indígenas. Sobre el centro histórico, dice que es prioritario rescatar la vida, que vuelva a habitarse el centro, que los usuarios se muevan a pie y no en coche, promover la vida en los recintos culturales. Que asistan el turismo y los estudiantes.
Temas/Palabras clave
Arquitectura. Arquitectura urbana. Patrimonio de la humanidad. UNESCO. Conservación de edificios
Idioma
Español
Fecha de transmisión
00/00/1987
Fecha de producción
00/00/1987
Fecha de codificación
03/08/2005
Observaciones
Este programa está contenido en los carretes 57, 58. Claves de digitalización: FN21060097863, FN21060097864. Datos biográficos: Luis Ortiz Macedo. Nació en la Ciudad de México en 1933 y falleció el 10 de diciembre de 2013. Estudió Arquitectura en la Escuela Nacional de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y, con tan sólo 19 años, inició su carrera en la docencia. Su tesis profesional «La conservación de los monumentos históricos y artísticos en México», constituye un manual de restauración en el que resalta la importancia de la conservación arquitectónica y da una panorámica general sobre la arquitectura en México. En 1960 se hizo acreedor a una beca del Banco de México y del gobierno de Francia para estudiar la Maestría en Restauración de Monumentos. Cursó el Doctorado en la División de Estudios de Posgrado de la UNAM. Desde 1955, fue catedrático en la UNAM, en la Universidad Iberoamericana, en la Universidad de Guanajuato, en la Universidad Anáhuac y en otras 23 universidades de México. Fundó la Escuela de Arquitectura en la Universidad de Guanajuato y el Instituto de Restauración de Monumentos, el primero en Latinoamérica donde se impartió por primera vez la Maestría en Restauración. De 1982 a 1994, ocupó el cargo de Director de la Facultad de Arquitectura e impartió conferencias en América Latina, Europa y Asia. Fue Jefe del Departamento de Monumentos Coloniales del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), del cual llegó a ser Director en 1971; de 1972 a 1974, fue Director General del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura. En 1977, Presidente del Comité Nacional del International Council on Monuments and Sites (ICOMOS), De 1981 a 1984, fue Director de Fomento Cultural Banamex; Vocal del Consejo del Centro Histórico de la Ciudad de México; y en 1984, Presidente del Instituto Cultural Domecq; también perteneció al Sistema Nacional de Investigadores. En la Ciudad de México fue responsable de la restauración de las plazas de Santo Domingo, Regina Coeli, Loreto, Santa Catarina, Santa Veracruz, el jardín de San Fernando y la Rotonda de las Personas Ilustres del Panteón Civil de Dolores. Asimismo, participó en los trabajos de restauración del Palacio Nacional, del Teatro de la Ciudad de México, del alcázar del Castillo de Chapultepec y del Palacio de Bellas Artes, además de colaborar en otros países como Italia, Bélgica y España. En 2011 el Museo Nacional de Arquitectura le rindió un homenaje con la exposición «Luis Ortiz Macedo. Patrimonio, Cultura y Academia». Murió el 10 de diciembre de 2013.